Ya te he comentado en ocasiones que a donde quiera que voy los transeúntes se inquietan con mi rutina de brincos. En el parque donde comencé a hacerlo, me abordaron:
- Una de las vecinas del parque. Me preguntó si era bailarín y que cuánto tiempo brincaba cada día. En aquellos tiempos hacía 5,000 saltos en 2 horas.
- Una señora que visitaba el parque. Su comentario incluyó una anécdota sobre una amiga suya (10 años menor que ella) que intentó brincar la cuerda con su nieta y al primer brinco se fracturó algún hueso...
- Uno de los vecinos del parque (quizá este se merecería su propio post). Se acerca a mí a media sesión y me dice '¿a qué te dedicas? ¿eres boxeador...?'. Yo, ensimismado en mi tarea y prácticamente sin aliento, pensé que el individuo se sentía incómodo por tenerme en ese parque tantas y tantas horas: casi de manera automática le contesté 'trabajo para una consultoría informática y por el cliente americano que tenemos hoy no tuve que ir a la oficina, ¡soy ingeniero en sistemas y programo computadoras!'...
... pero no, me preguntó a qué me dedicaba porque su suposición era que yo era 'boxeador'. Cuando entendí que su pregunta no era para saber si le haría daño a su vecindario, respondí más tranquilamente a sus preguntas: 'No, no lo hago para entrenar. Lo hago para no ponerme gordito, que es mi estado natural...', 'No, no tengo un régimen en específico, solamente salto por tiempo/número de brincos'. El tipo se sintió sorprendido y en unos instantes se dió la vuelta y me dijo que se sorprendía de mi 'disciplina' (que yo más bien lo atribuyo al temor a mi forma-original, jijiji)... - El 'borrachito de la colonia', que me dijo llamarse 'Jaime' y que le decían 'Jimmy'. Igual, pensando que era algún atleta disciplinado de alto rendimiento.
- Hace poco, unas tres semanas tal vez, un señor preguntándome nuevamente si era boxeador. Sonriéndo y moviendo sus brazos a sus costados diciéndome que 'tenía agilidad'.
Y cómo olvidar a los salvavidas de la playa de Norwalk, CT. Esos 7 días de Junio de 2008 fueron graciosos. El primer día esos salvavidas nada más me vieron con ese recelo con el que algunos anglosajones ven a cualquier latino sin un coche andando por las calles sin un rumbo fijo aparente.
El segundo día, se me acerca uno de los salvavidas, de esos con apariencia de serie de David Hasselhoff y me dice: 'are you training for something...?', y le respondo 'No.' Serio, me dice, 'just for the fun of it...?'; en mi ofuscación y pobreza expresarme en agitado y en inglés, le repetí casi como eco 'just for the fun of it...'. El tipo hace un silencio de un segundo, me quedo esos breves instantes preguntándome si mi pronunciación de latino-sin-práctica le impidió entenderme...
... habrá transcurrido un segundo más y dice incrédulo 'that's intense...'. Se da la vuelta y sigue su camino... Ver al atlético tipo darse la vuelta y decirme eso me hizo sentir menos gordito...
No debería omitir al ancianito que me preguntó si la rutina de brincos la hacía como manera de 'cuidar mi salud'. Me dijo 'just google it and you will see...' Ya hasta los ancianitos usan 'to gogle' como verbo. Qué tiempos estos tú...
La última de estas muestras de inquietud me la dio uno de los huéspedes el hotel. Un tipo atlético, de esos que por razones de 'correctitud política' llaman 'afroamericanos'. Grandote, bastante atlético. El tipo sale todas las mañanas a eso de las 6 a pasear a su perro. A esa hora ya he estado brincando toda la semana. El día de hoy regresó de su caminata y me preguntó 'how much do you jump a day?'. Y le dije de buena manera, no tan agitado: 'two to two and a half hours a day or every other day...'
Silencio total...
Sonrisa dibujada en su cara, tono serio pero amable: 'you are an animal!'
Me hizo sentir menos gordito...
TÚ gordito. :)
CM
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