Previo al último viaje de Salvador a México en el que vendría por su VISA, Pini ordenó unos tenis para que se los trajeran. Pini dice que son muchísimo más baratos allá que aquí. Yo creo que tiene razón.
Salvador no visitó la Ciudad de México en aquel viaje, se fue directo a Guadalajara. Los zapatos de Pini se quedaron sin su dueño en una ciudad extraña y lejana. Al darse cuenta del problema de logística, Pini y Salvador acordaron que la novia del segundo enviaría los zapatos a la Ciudad de México por paquetería.
Me cuentan hoy que el paquete llegó hace una semana. El representante de DHL llegó a la puerta de casa de Pini y anunció que llevaba un paquete. El repartidor NO dijo 'Daniel Colón', NO dijo 'Daniel', ni siquiera dijo 'Sr. Colón'; ¡DIJO PINI!...
Aparentemente 'Pini' es un sobrenombre fácil de recordar, accesible y que a más de uno le resulta más cómodo que el solemne 'Daniel Alfonso Colón Padilla'. Pini será recordado como el compañerito de equipo amable, apacible y lindo que nos daba aventón, alguien a quien recordar del trabajo y que nos acompañó en la aventura de comprar nuestro cochecito.
'¡Aaaaaay Piiiniiii!' (aunque este dicho se originó por las travesuras del modelo más pequeño...)
;)
Un saludo para los Pinis.
Mil abrazos y mil millones de besos para tí mi amor.
CM
Wednesday, December 10, 2008
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