Pensé en mandarte un mensajito corto diciéndote cómo habían salido las cosas. Esta mañana tenía que entregar una lista a Esponja y mi cabeza simplemente no ideaba qué ponerle. Creo que algo en mí y en mis miradas 'perdidas' (¿puedo decir 'reflexivas' en mi defensa mi amor?) te hizo pensar que 'íbamos tarde'. Acordé con él que lo primero que haría en la mañana sería enviar esa lista. Llegando aquí la lista ni siquiera existía; de plano no se me había ocurrido qué ponerle...
Preferí relajarme. Terminar de preparar las cosas que dispusimos para que desayunaras. La hora de la reunión se acercaba y no se me ocurría todavía qué ponerle a la lista. Me dije a mí mismo: 'creo que voy a hacer esperar a Brad, así termino de preparar los alimentos y algo se me ha de venir a la mente mientras tanto... Mariluna ya ha tenido que esperar ¡y por muchas horas y muchas veces!'
Así fue. Le dije que esperara un poco, que veríamos la lista después. Él aceptó de buena manera y continué con mi labor.
No sé qué tanto te disgusten los pepinos con las semillas enmedio, pero la vez que tenía con semillas y sin semillas, preferiste los que no las tenían. :D
Todo salió bien: te di tu desayuno como lo planeé, la lista se entregó y Brad estuvo satisfecho.
¿Cuál es el punto? Son tres, jeje:
- Justo hoy me preguntaste por horarios. No te preocupes por el que tengo yo. A tí personalmente te ha tocado 'ser flexible' por estas personas. Siempre debe haber cabida para que ellos lo sean con nosotros.
- La única razón por la cual tendría preferencia por llegar a las 6 o a las 7, sería la cantidad de gente que hay en el transporte: la urbanidad y buenas maneras no son razgos que distingan a la gente de grandes (y muy pobladas) ciudades. Sufro cuando vas muy incómoda, la gente te molesta con contactos no necesarios o, en una de esas maniobras de algún pasajero inconsciente, te enojas porque no te dejan pasar... :-X
- Te amo.
Tu Tuyo
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