Mi cuerpo ha estado un poco deteriorado y bajo de desempeño las últimas horas. El ardor en la garganta se hizo suficientemente incómodo al grado de planear no levantarme a preparar nuestro desayuno.
Nuestra mañana transcurrió sin mayores inconvenientes: llegamos a tiempo, todo estaba en relativo orden. Fue entonces que decidí ir a comprar algo a VIPS para que desayunáramos; 'como cuando éramos novios', pensé para mis adentros.
Partí rumbo al restaurante. Ya sabía qué pedir para tí. Pensé en todo lo que hemos caminado juntos este año 2008. Me ilusiona pensar en todo lo que puede venir. Recordé esas mañanas en las que te dejaba en la puerta (casi intentando esconderme y evitar más turbulencia) para comprar el desayuno después de una noche de introspección, ternura y conocimiento mutuo.
Al pagar, me abordó B con un saludo. No me sorprendió demasiado verla ahí, hasta que vi que detrás de ella estaba O. Me dieron ternura. B se ve feliz, ilusionada. Él se ve satisfecho, alegre y también ilusionado. Fue como pasearme por el pasado, por nuestro pasado, por nuestra historia. Es como haber estrechado mi propia mano hace unos meses, viéndome satisfecho y emocionado...
Al salir, todavía pretendiendo darles ese 'beneficio de la duda', los vi de la manita. Como adolescentes saliendo de la preparatoria...
¿Cuántas historias más presenciará este restaurante? Lo único que me queda desear es que todas las historias tengan un final feliz, o, en su defecto, un buen final para todos los que decidan tomar parte en la epopeya...
Yo, mientras tanto, te seguiré venerando.
Te amo,
CM
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